La PSIQUE del PÁDEL Aunque había muchas reticencias al respecto, Paquito Navarro y Juan Tello ya saben lo que es entrenar y, sobre todo, ganar juntos como pareja. Y es que en 2022 ya lograron su primer título, más concretamente en el World Padel Tour de México, dejando buenas sensaciones en el tramo final de la temporada (aunque con margen de mejora).
Tándem Navarro/Tello 2.0
Tras el parón de final de año, Juan Tello publicó una fotografía junto a su nuevo entrenador, Rodrigo Ovide, en el que daba la bienvenida a 2023 y esperaba con ganas al andaluz para comenzar a entrenar juntos en la pista. Por su parte, hace unos días, Paquito Navarro también publicó en sus redes una fotografía en la que confirmaba su vuelta a los entrenamientos con todo el equipo al completo, incluyendo por supuesto a su entrenador y a la que será su pareja de baile esta temporada, el argentino Juan Tello.
“Ya estamos el equipo al completo entrenando para dar lo mejor de sí en este 2023” publicó el sevillano en su cuenta de Instagram, con una foto en la que se ve junto a Tello y Ovide.
Como se puede apreciar, poco a poco los jugadores van preparándose para una nueva y durísima temporada, debido a la gran cantidad de partidos que se van a disputar. Pues no hay que olvidar que, por un lado, World Padel Tour ha aumentado el número de eventos de su calendario de torneos y, por otro, Premier Padel ha irrumpido con fuerza en el panorama padelístico internacional.
Además, esta temporada apunta a ser un reto nuevo e importante para ambos jugadores. En cuanto a Tello, las aspiraciones del argentino pasan por conquistar por fin al número uno mundial, pues parecía haber un tope como pareja 4 que con Chingotto no era capaz de superar. En el caso de Paquito, sería la primera vez que completase un año entero como profesional jugando en el lado derecho de la pista, pues el sevillano ha jugado toda su carrera en el revés, y parece que todavía tiene mucho trabajo por delante para adaptarse a su nuevo rol. ¿Conseguirán Tello y Navarro arrebatar el número uno a Lebrón y Galán? Parece una tarea cuanto menos complicada, pero nunca se sabe.
